miércoles, 17 de diciembre de 2008

ESPERANDO LA DISCUCION ! ;)

domingo, 14 de diciembre de 2008






GRACIAS POR SOPORTARME CON MI FORMA COLGADA DE SER ! ...
GRACIAS POR EL CARIÑO QUE ME BRINDAS PESE A TODO ! ...
GRACIAS PORQUE ME SABES ENTENDER CON MI FORMA JODIDA DE SER ! ...
GRACIAS POR SEGUIR ESTANDO PESE A TODO ! ...
GRACIAS POR CONTARME CHISMES ! ...
GRACIAS POR DECIRME QUE ME EXTRAÑAS CUANDO NO NOS VEMOS, PESE A MI POCA SENCIBILIDAD ! ...
GRACIAS POR ESCUCHARME Y ABRAZARME ! ...
GRACIAS SIMPLEMENTE POR EXISTIR ! ...

viernes, 12 de diciembre de 2008

El país del viento - Sylvia Iparraguirre

Dylan recorrió la playa chata del río. Le gustaba vagabundearpor ese paraje desierto cada vez q su padre no lo necesitaba. Buscaba piedras veteadas y caracoles, los mas raros y de colores brillantes q pudiera encontrar. De vez en cuando miraba su caballo, atado a un matorral, y el humito de alguna chimenea q, a lo lejos, se deshacía en el aire. En este país, decía su padre, apenas uno se alejaba un poco las cosas parecían perderse en la planicie y el vacío.
El viento le castigaba la cara, volándole el pelo lacio y rubio, pero Dylan ya estaba acostumbrado al viento de la Patagonia. Soplaba desde el otro lado del mar, sin obstáculos, barriendo la superficie del agua y levantando olas enormes que venían a explotar, turbulentas, en la costa, a unas veinte millas de allí. A los pocos días de llegar, una noche, el doctor Williams le mostró un mapa en el q se veía el enorme espacio vacío del Atlántico sur. Si salieran navegando hacia el este, dijo, en algún momentotropezarían con Australia. Ése había sido otro de los destinos posibles para él y su familia, sin embargo su padre se había decidido por la Argentina y por aquel lugar tan al sur del mundo, tan lejos de su país natal. Trepó la suave ribera y empezó a practicar puntería con las piedras. Se agachaba, buscando cantos rodados entre el pasto duro, cuando el corazón se le trepó a la garganta. Huellas claras de caballos removían la tierra y se extendían varios metros por la orilla del río. Instintivamente levantó la cabeza: ¡Indios! Miró hacia las casas q a la distancia se vieron más insignificantes y desamparadas q nunk. En el oeste, sobre el horizonte, volaba una nube d polvo gris. Dylan echó a correr, montó de un salto y se largó en un galope desenfrenado hacia las casas.
Cuando llegó, lo primero q vio fue a su padre arreglando el techo del cobertizo.
- ¡padre!
John Hughes se dio vuelta ante el grito d su hijo mayor.
-Dylan q te pasa? ¿viste un fantasma?
-padre indios!
La cara de su padre se demudó. De inmediato Djó las herramientas en el suelo y lo tomó x los hombros.
.....

... Pero una madrugada d extraña calma en el viento, algo sucedió. Primero fue el grito d Nash llamando a su padre. Después el doctor, subido al techo de su casa, mirando al sur. Después todos salieron a medio vestir y miraron hacia allí, hacia donde inequívocamente se levantaba una nube de polvo q crecía. Ante los ojos despavoridos de Dylan, trepado a la parte más alta del cobertizo, comenzaron a verse peqños puntos negros. Jinetes, muchos, cada vez más cerca. Como un emisario siniestro, el viento trajo el sordo retumbar del galope d los caballos en la tierra dura. Los hombres buscaron las armas. Mujeres y chicos corrieron a la precaria iglesia, los hombres se atropellaron cruzando gritos y ademanes violentos mientras codo con codo, formaban un cordón en semicírculo defendiendo la entrada. Junto a su padre, Dylan los veía venir. Distinguió las lanzas q se elevaban varios metros por encima de las cabezas. Una ráfaga d terror traspasó a los colonos q miraban el avance como el q espera una catástrofe, incrédulos todavía, inmovilizados. El padre Brannan murmuraba una oracion. Los tehuelches alcanzaron el borde d la aldea y desd allí avanzaron al paso. A unos 10 metros se detuvieron y esperaron, nadie supo q . Sólo los caballos se movían, sudorosos, piafando, sacudiendo las crines. En la proximidad se hicieron precisas las caras oscuras pintadas con trazos blancos, las vinchas, el pelo negro y duro. Ágiles como gatos, algunos se acuclillaron sobre el lomo de los caballos, apoyándose en la lanza. Algo se movió en el fondo, dond empezó a abrirse un espacio y aparecieron los q venían a retaguardia; eran mujeres y chicos, algunos d su misma edad, le pareció a Dylan, aunq con el gesto salvaje d peqños caciqs; cuando llegaron a la primera fila se deslizaron al suelo.

...

... Uno de los tehuelches hizo un gesto: levantó la mano a la altura d la cabza. Dylan vio a su padre bajar lentamente el arma; uno a ino, los colonos hicieron lo mismo. Ahora era su padre quien cruzaba la tierra d nadie barrida por el viento y acercándose al hombre q había hecho el saludo le tendía la mano. Detrás d él fueron los demas hombres d la aldea. Dylan no podía quitar la mirada d su madre y la mujer tehuelche. Cuando recuperó el aliento, tmb él caminó hacia los visitantes con la mano extendida.





*SINCERAMENTE ...Q BUEN LIBRO... *

lunes, 8 de diciembre de 2008

Cierra los ojos y... a volar...


… 10 años después de su desaparición… ella vuelve a aparecer una vez más en aquel lugar… cuando ya nadie hablaba de ella, y era simplemente un lejano recuerdo. Cuando ya ni su lección dejada quedaba en aquel lugar, ella vuelve a parecer…
Su inmenso sentimiento de reencuentro le sacaba una sonrisa inmensa en su cara, reacción por la que todos eran sorprendidos ante su presencia… abrazos, besos y hasta llantos de emoción, por su gran decisión por volver a aquel lugar, del cual cuando se fue le dijeron que la esperaban con los brazos abiertos siempre, ellos siempre tuvieron adentro de sus corazones la esperanza de su regreso, ellos lo sabían y lo tenían guardado adentro de sus corazones.
Aquella tarde… todos con ella, la escuchaban hablar, le hacían preguntas, reían junto a ella, junto a toda la felicidad que los inundaba… y pese a todo hubo solo una historia, de las tantas que contó ella, que les llamo muchísimo la atención… “… tuve una vida de mucho aprendizaje… pero no hubiese sido tan marcada si no la tenia a ella junto a mi durante un tiempo de un año aproximadamente… junto a ella y mi maquina de escribir nos pasábamos horas y horas escribiendo, disfrutando del placer de escribir, de hacer volar nuestra imaginación o no tan imaginación, en aquellas hojas derramábamos todos nuestros sentimientos, sin pensarlos dos veces (sino hubiese sido una deformación de ellos), lo único que no pudimos lograr fue separarlos, éramos una sola persona, pero cuando estábamos en proceso de escritura la pasábamos bien… sólo cuando nos encontrábamos en ese proceso. Pero pese a eso me puse a pensar, y creo q tome la decisión mas correcta, me peleé con ella, estaba ocupando mi lugar y la realidad no tenia que ser así, todos saben que ella existía gracias a mi, era injusto que yo le de mi vida… mi vida era y es mía… ella se enojo y me hizo pasar momentos muy malos, pero tengo en cuenta que soy mas fuerte que ella, dejo de pensar y desaparece es así la realidad… igual aquel día que tome la decisión de alejarla de mi nada me importo, sabia que se venían tramos difíciles pero yo no quería perder todo lo que había logrado obtener durante aquellos años… después de tomar la decisión y de actuar, intente volver a escribir, pero costaba demasiado, una palabra que decía y ella ya volvía a aparecer en mi letra ocupando mi vida de una manera muy cruel… insisto jamás baje los brazos, ella no me podía ganar, era mi vida contra… contra ella que no era ni es nadie… le dije que se vaya y logre escribir sin ella, aunque tal vez lo escrito no era tan impactante como lo era antes, no importaba porque yo no buscaba impactar yo solo buscaba escribir… puedo asegurar que el tiempo paso, y el espacio de escritura y la maquina de escribir, perdieron su lugar, tal vez fue parte del enojo de ella o fue culpa mía no lo se, y hoy estoy acá contándoles a ustedes mi situación… hoy ya no la escribo… hacia mucho que no hablaba de ella… debe estar enojada… pero igualmente quiero dejarle a ustedes mi promesa: ‘volveré a escribir en mi maquina pero sin ella’…”.
Después de contarles, hubo un gran silencio, y al mirarse unos a otros ella ya no estaba, una vez mas cometió aquella actuación, por no decirlo error porque realmente no estoy segura de que sea un error lo que ella repitió ya por segunda vez, por algo lo repite no?... nadie lo entiende, o tal vez ahora si, ella se volvió a ir de una manera distinta a la primera vez, esta vez se despidió dando sus pensamientos a ellos… y sus palabras volvieron a ser repetitivas una vez mas a la primera vez “te esperamos… te esperamos con los brazos abiertos…”



KARITA =)
* me encanta verlos asi...
insisto somos una familia dificil... pero que jamas baja los brazos...
GRACIAS.