viernes, 28 de febrero de 2014

Una historia de herencia.

Por herencia era alemán, por herencia era judío. Se encontraron en la misma sala, y el rencor salio hacia a fuera. Nadie entendía muy bien que pasaba, la historia no sigue viva. Entre uno y otro se maltrataban, inconscientemente, tal vez. En la sangre quedaba guardada los restos de un ataque perdido, los restos de un ser querido. En la memoria quedaban imágenes, prácticamente inventadas por un libro. Pero la historia debía ser cierta, así que había que creer en la intuición de que algo pasaba. Ni el judío ni el alemán sabían que pasaba, ambos se crearon guerras en su mente, y por eso maltrataban. Era todo una historia vacía, basada en una historia pasada. Entre quejas y reproches uno decide retirarse, consciente de que algo era completamente enfermizo.

jueves, 13 de febrero de 2014

La magia de la vida.

Cuando creemos que todo esta perdido, aparece eso a lo que yo llamo "la magia de la vida". Esos momentos donde nos damos cuenta que hay mas allá de nuestras narices. Creer en algo nos ayuda a mantenernos de pie claro esta! Pero sentir que eso que creemos es aun mas real de lo que creemos nos da esa sensación en el alma bastante conmovedora, sanadora y tranquilizadora, nos hace sentir aún mucho mas vivos. Sentir que de verdad hay cosas que valen la pena y que por algo estamos donde estamos realmente es relleno para el alma. Porque siempre hay una de cal y una de arena, y jamás sabremos cual es la buena pero creemos que hay una buena, vivimos, sonreímos, disfrutamos, sentimos. 
Hoy sigo por la magia de la vida.

lunes, 10 de febrero de 2014

Tener tantas ideas en la mente a veces es perjudicial.
Que momentos mas extraños los que vivimos aca.

sábado, 1 de febrero de 2014

El dragón lanzó gigantescas llamaradas contra el caballero una y otra vez pero, por más que lo intentaba, no lograba hacerlo arder.
A medida que el caballero se iba acercando, el dragón se iba haciendo cada vez más pequeño, hasta que alcanzó el tamaño de una rana. Una vez extinguida su llama, el dragón comenzó a lanzar semillas. Estas semillas-las semillas de la duda-tampoco lograron detener al caballero. El dragón se iba haciendo aún más pequeño a medida que continuaba avanzando con determinación.
-¡He vencido!-exclamó el caballero victorioso.
El dragón apenas podía hablar.
-Quizá esta vez, pero regresaré una y otra vez para bloquear tu camino.
Dicho esto, desapareció con una explosión de humo azul.
-Regresa siempre que quieras-dijo el caballero- Cada vez que lo hagas, yo seré más fuerte y tú más débil.
Rebeca voló y aterrizó en el hombro del caballero.
-Lo veis, yo tenía razón. El conocimiento de uno mismo puede matar al Dragón del miedo y la duda.

/El caballero de la armadura oxidada.
La adicción a la perseverancia puede no llevarte al triunfo.