domingo, 28 de junio de 2009
Los buenos momentos son inborrables... Cada segundo vivido es inborrable... Cada sensación que hace alegrar al corazón... me hace bien. Cada risa, alegría, cada abrazo... me hace bien. Y si quizás aprendiera un poco mas de todo esto, y si quizás viviera sabiendo que pese a todo tengo todo esto, que me hace bien... Momentos como aquellos no dolerían tanto como hago que duelan. Y si quizá no sea tan cerrada en momentos como esos, descubriría que a pesar de todo... "todo esta bien!" , y a veces mas de lo que yo imagino.
miércoles, 24 de junio de 2009
Un café con sal. ganas de llorar. mi mundo empezando a temblar, presiento que se acerca el final. no quiero ganar. ahora eso qué más da. estoy cansada ya de inventar excusas que no saben andar. y sólo quedarán los buenos momentos de ayer que fueron de los dos. y hoy sólo quiero creer ... Que recordarás las tardes de invierno por madrid, las noches enteras sin dormir. la vida pasaba y yo sentía que me iba a morir de amor al verte esperando en mi portal sentado en el suelo sin pensar que puedes contar conmigo. Nunca hubo maldad. sólo ingenuidad. pretendiendo hacernos creer que el mundo estaba a nuestros pies. cuando el sueño venga a por mí en silencio voy a construir una vida a todo color donde vivamos juntos los dos. y sólo quedarán los buenos momentos de ayer que fueron de los dos. y hoy sólo quiero creer... Que recordarás las tardes de invierno por madrid, las noches enteras sin dormir. la vida pasaba y yo sentía que me iba a morir de amor al verte esperando en mi portal sentado en el suelo sin pensar que puedes contar conmigo para siempre. Y no puedo evitar echarte de menos mientras das la mano a mi tiempo y te vas. yo siento que quiero verte y verte y pienso que recordarás las tardes de invierno por madrid, las noches enteras sin dormir. la vida pasaba y yo sentía que me iba a morir de amor al verte esperando en mi portal sentado en el suelo sin pensar que puedes contar conmigo. que recordarás las tardes de invierno por madrid, las noches enteras sin dormir. la vida se pasa y yo me muero, me muero por ti.
He soñado siempre con poder volar, desplegar los brazos y no aterrizar, conociendo otros lugares, y verdades más allá.
Y sentarme en una nube a descansar, beber de esta libertad, y dejarme llevar.
He soñado siempre con poder dormir, sobre un lecho de algas y coral, disfrutar de ese silencio, que reina siempre allí.
Y viajar encima de un delfín, cruzar mares sin parar, y nunca llegar al fin.
Como dijo aquel genio, esta vida es un sueño, un sueño, como dijo aquel genio, esta vida es un sueño y soñaré, soñaré.
He soñado siempre con poder crear, una máquina del tiempo y descubrir, el futuro más lejano, donde yo no voy a estar.
Y volver a ver San Sebastián en el siglo XXVI, desde mi nave espacial.
He soñado con que tú puedas soñar, que dibujes en tu mente un lugar, donde no haya ni misterios, ni secretos ni maldad.
Y encontrar un día al despertar, que ya nada sigue igual que todo vuelva a empezar.
Como dijo aquel genio, esta vida es un sueño, un sueño, como dijo aquel genio, esta vida es un sueño y soñaré.
viernes, 19 de junio de 2009
Hacia rato que esto no pasaba, pero paso.. porque jamas hay que decir "nunca", ni tmp "siempre". Hoy creo sentirme mejor, y tener un poco mas de fuerzar para salir adelante. Cai en un pozo al cual hacia rato que no caia... y eso hace que hoy me sienta rara. Pero admito que ese pesimismo que tenia hasta hace un dia, ya se va llendo y voy comprendiendo que valga la pena o no tengo que salir adelante... uno nunca sabe que vendra despues, que construire despues... pero deseo que sean buenas cosas que me den fuerzas para estar bien cada dia.
Es simple... a la vida hay que vivirla cueste lo que cueste...
miércoles, 17 de junio de 2009
domingo, 14 de junio de 2009
jueves, 11 de junio de 2009
miércoles, 3 de junio de 2009
-¡Vive! ¡El que había muerto, vive!
-¡Le tocó con un extremo del ala! ¡Lo resucitó! ¡El Hijo de la Gran Gaviota!
-¡No! ¡El lo niega! ¡Es un diablo! ¡DIABLO! ¡Ha venido a aniquilar a la Bandada!
Había cuatro mil gaviotas en la multitud, asustadas por lo que había sucedido, y el grito de ¡DIABLO! cruzó entre ellas como viento en una tempestad oceánica. Brillantes los ojos, aguzados los picos, avanzaron para destruir.
-Pedro, ¿te parecer mejor si nos marchásemos? -preguntó Juan.
-Bueno, yo no pondría inconvenientes si...
Al instante se hallaron a un kilómetro de distancia, y los relampagueantes picos de la turba se cerraron en el vacío.
-¿Por qué será -se preguntó Juan perplejo- que no hay nada más difícil en el mundo que convencer a un pájaro de que es libre, y de que lo puede probar por sí mismo si sólo se pasara un rato practicando? ¿Por qué será tan dificil?
Pedro aún parpadeaba por el cambio de escenario.
-¿Qué hiciste ahora? ¿Cómo llegamos hasta aquí?
-Dijiste que querías alejarte de la turba, ¿no?
-¡Si! pero, ¿cómo has...?
-Como todo, Pedro. Práctica.
-Juan, ¿te acuerdas de lo que dijiste hace mucho tiempo acerca de amar lo suficiente a la Bandada como para volver a ella y ayudarla a aprender?
-Claro.
-No comprendo cómo te las arreglas para amar a una turba de pájaros que acaba de intentar matarte.
-Vamos, Pedro, ¡no es eso lo que tú amas! Por cierto que no se debe amar el odio y el mal. Tienes que practicar y llegar a ver a la verdadera gaviota, ver el bien que hay en cada una, y ayudarlas a que lo vean en sí mismas. Eso es lo que quiero decir por amar. Es divertido, cuando le aprendes el truco. Recuerdo, por ejemplo, a cierto orgulloso pájaro, un tal Pedro Pablo Gaviota. Exilado reciente, listo para luchar hasta la muerte contra la Bandada, empezaba ya a construirse su propio y amargo infierno en los Lejanos Acantilados. Sin embargo, aquí lo tenemos ahora, construyendo su propio cielo, y guiando a toda la Bandada en la misma dirección.
Pedro se volvió hacia su instructor, y por un momento surgió miedo en sus ojos.
-¿Yo guiando? ¿Qué quieres decir: yo guiando? Tú eres el instructor aqui. ¡Tú no puedes marcharte!
-¿Ah, no? ¿No piensas que hay acaso otras Bandadas, otros Pedros, que necesitan más a un instructor que ésta, que ya va camino de la luz?
-¿Yo? Juan, soy una simple gaviota, y tú eres...
-...el único Hijo de la Gran Gaviota, ¿supongo? -Juan suspiró y miró hacia el mar-. Ya no me necesitas. Lo que necesitas es seguir encontrándote a tí mismo, un poco más cada día; a ese verdadero e ilimitado Pedro Gaviota. El es tu instructor. Tienes que comprenderle, y ponerlo en práctica.
Un momento mas tarde el cuerpo de Juan trepidó en el aire, resplandeciente, y empezó a hacerse transparente.
-No dejes que se corran rumores tontos sobre mí, o que me hagan un dios. ¿De acuerdo, Pedro? Soy gaviota. Y quizá me encante volar...
-¡JUAN!
-Pobre Pedro. No creas lo que tus ojos te dicen. Sólo muestran limitaciones. Mira con tu entendimiento, descubre lo que ya sabes, y hallarás la manera de volar.
El resplandor se apagó. Y Juan Gaviota se desvaneció en el aire.